Second Sunday of Advent, December 7, 2025

Second Sunday of Advent Reflection

Author: Molly Gower, Vice President for Mission

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Today is the Second Sunday of Advent, and our readings offer a vision of the Kingdom and invite us to help prepare for its coming and for the coming of Jesus.

The readings are persistent: pursue the fullness of peace. And they are practical: shape life together around justice.

Isaiah's Peaceable Kingdom – the image of the wolf and the lamb and all of creation together at peace – asks us to imagine a world where natural rivals live side by side as gentle neighbors. Their instincts shift. Their habits soften. They meet each other in new ways, both offering and honoring trust. This peace follows from a new kind of life together, brought into being by a tender shoot growing from Jesse's tree, in other words, for Christians, Jesus.

At the personal level, I think of a prayer from my grandmother's prayer book: "Grant them wisdom and devotion in the ordering of their common life, that each may be to the other a strength in need, a counselor in perplexity, a comfort in sorrow, and a companion in joy."

At the political level, we can learn from John in the reading from the Gospel of Matthew. Like some in the Gospel, we may come to John bound up in systems and structures that are not just. John cries out to us to turn, to change our minds and hearts, to move away from instincts and habits that harm, and toward practices that might heal.

This is part of the Advent practice of preparing for the birth of Jesus and the inbreaking of the Kingdom. It is part of preparing to receive what is good and to participate in producing what is good, so that we may live together in peace.

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Hoy es el Segundo Domingo de Adviento, y nuestras lecturas ofrecen una visión del Reino y nos invitan a prepararnos para su venida y para la de Jesús.

Las lecturas son persistentes: buscar la plenitud de la paz. Y son prácticas: construir la vida en comunidad en torno a la justicia.

El Reino de Paz de Isaías —la imagen del lobo y el cordero, y de toda la creación unida en paz— nos invita a imaginar un mundo donde los rivales naturales conviven como vecinos amables. Sus instintos cambian. Sus hábitos se suavizan. Se encuentran de nuevas maneras, ofreciendo y honrando la confianza. Esta paz surge de una nueva forma de vida en comunidad, surgida de un tierno retoño que crece del árbol de Jesé; en otras palabras, para los cristianos, Jesús.

A nivel personal, recuerdo una oración del libro de oración de mi abuela: «Concédeles sabiduría y devoción en el orden de su vida en común, para que cada uno sea para el otro una fortaleza en la necesidad, un consejero en la perplejidad, un consuelo en la tristeza y un compañero en la alegría».

A nivel político, podemos aprender de Juan en la lectura del Evangelio de Mateo. Como algunos en el Evangelio, podemos llegar a Juan atrapados en sistemas y estructuras que no son justos. Juan nos insta a cambiar de opinión, a cambiar de mentalidad y de corazón, a alejarnos de los instintos y hábitos dañinos y a adoptar prácticas que puedan sanar.

Esto forma parte de la práctica del Adviento de prepararnos para el nacimiento de Jesús y la venida del Reino. Forma parte de la preparación para recibir lo bueno y participar en su producción, para que podamos vivir juntos en paz.